Hay otras personas que ni siquiera se plantean ir a una casa rural porque alguna vez han tenido una mala experiencia, comentan cosas como estas: la casa estaba sucia, hacía frío y no había calefacción, no había platos o cubiertos suficientes, tuvimos que dormir seis personas en un dormitorio, el horno no funcionaba, el agua de la piscina estaba verde, los columpios tenían clavos oxidados, no pudimos pegar ojo porque los colchones eran de espuma, nos querían cobrar más de lo que habíamos hablado ..., o incluso, los interruptores de la luz daban descargas cuando los tocabas o se olía a gas en la cocina.
Estas experiencias suceden con frecuencia en casas ilegales, que son aquellas que no cumplen la legislación de turismo, concretamente en Murcia el Decreto 76/2005 por el que se regulan los alojamientos rurales. Esto significa que nadie controla que se cumplan aspectos como los siguientes:
- Revisión de instalaciones de electricidad y gas.
- Condiciones de limpieza y mantenimiento.
- Equipamiento mínimo en buenas condiciones: ropa de cama, toallas, menaje de cocina, mobiliario, camas cómodas ...
- Habitaciones de tamaño adecuado al número de plazas que se alquilan, con ventilación, con baños suficientes ...
- Un sistema de calefacción y agua caliente sanitaria adecuado.
- Medios de protección contra incendios: al menos un extintor.
- Condiciones sanitarias adecuadas de la piscina.
- Columpios y juegos para niños seguros.
- Seguro de responsabilidad civil que cubra posibles accidentes.
- Información clara sobre los precios y los servicios incluidos.
- Hojas de reclamaciones para poder reclamar ante la administración cualquier ante cualquier problema.
Este es uno de los mayores problemas del turismo rural en el que por un lado, la administración debería actuar con más interés, y por otro, muchos portales de turismo deberían comprobar que los alojamientos que promocionan al menos tienen un número de registro oficial.
